Estoy en una calle que desconozco, tampoco sé si he venido o me han traído. De repente se ha llenado de una muchedumbre que camina de un lado al otro todos unidos y recitando mantras que no entiendo. Llegan hasta el final de la calle y vuelven, me rodean para no tropezar conmigo. No entiendo nada y siento una soledad infinita porque no estoy con quien quiero estar, así que, me tapo los oídos, cierro los ojos y sin miedo de que me avasallen, me siento en el suelo. No quiero ni oír ni ver porque este no es mi sitio ni mi momento. Al cabo de unos minutos siento que ya se han ido y noto un viento caliente que me abrasa la cara. Abro los ojos y estoy enmedio de un desierto enorme, me tranquilizo porque a pesar de estar sola en medio de la nada no me siento sola. Me he encontrado, estoy conmigo, fuerte y desafiante ante todo. A lo lejos, casi tocando la línea del horizonte veo una estela azul que se mueve, son los hombres del desierto, los tuareg, que pasan sin detenerse. No necesito compañía, al fin he encontrado mi paz.
domingo, 6 de agosto de 2023
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