Él, Dios

 

Últimamente me gusta mucho salir a pasear sola; me planto unos zapatos cómodos y me enchufo mi música. Tal cual iba el otro día por la Alameda cuando me adelantó por la derecha un armario de dos por dos con piernas. Al principio no le presté atención pero luego me di cuenta que tenía un culito respingón de pecado. Aceleré el paso y ahora fui yo la que lo adelanté y cuando llevaba unos cuantos metros por delante me volví y quedé hipnotizada por esa imagen. Un cuerpo apolíneo, unos ojos negros con pestañas como dos abanicos, unos pectorales que sugerían cosas, y de cintura pa'bajo ejem ejem y ejem. Él paró en seco y muy caballeroso me dijo : ¿ señorita, sí, me dijo señorita, le pasa algo ?. ¿ A mí, por qué tiene que pasarme algo ? Contesté. No, solo que se le han salido los ojos de las cuencas, se le ha caído la mandíbula a la altura de las rodillas y le sale un hilito de baba por la boca, dijo. Yo al escuchar esa voz aterciopelada empecé a mover las piernas y el pecho me latía tan fuerte que casi le alcanzaba a él. El pobre hombre pensó que tenía un ataque epiléptico y me metió entre los dientes un bolígrafo Parker que llevaba en el bolsillo. Yo solo veía al dios Apolo, al David de Miguel Ángel y a William Levy todo en uno. Al final pude articular algunas palabras y le dije : no se preocupe, es que soy extranjera y este comportamiento es normal en mi país y sin más salí corriendo y ya no recuerdo nada más. Ahora estoy sentada en la estantería de objetos perdidos de correos esperando a que alguien me reclame. 

La pena negra

 

 

La pena negra es más que una pena.

Es una pena sin esperanza, desalentada, eterna.

Es el ir sabiendo que no hay vuelta.

Es volver cuando ya no queda nadie para darte la bienvenida.

La pena negra se agarra al alma con sus uñas negras, sus dientes negros, sus manos sucias.

No te deja avanzar ni quedarte, te inmoviliza con cadenas de lágrimas.

Se hace trinchera y te dispara granadas de dolor hasta que te rindes, te arrodillas y mueres. 

Hoy no sé nada

 

Hoy todo va al revés: 

Odio al amor de mi vida y lo despego de mí 

La lectura no me empapa el alma y dejo el libro callado y sin palabras encima de una mesa.

La comida no me sustenta, más bien es una leve brisa que pasa por mi aparato digestivo sin dejar huella 

El agua me ensucia más que limpiarme y me deja la piel reseca

No quiero dormir, prefiero soñar despierta y estar tranquila de noche 

Todo me sobra, todo me molesta; la música es un ruido insoportable.

Echo de menos la soledad aunque nunca he estado sola 

La tarde se va marchando y deja un poso de esperanza.

No quiero más turismo

 

Voy a la playa de la Malagueta con mi bolsa, mi toalla, mi sombrilla, mi hamaca y mi neverita; lo normal para un día así, y me monto en el autobús y na, que la gente empieza a incomodarse y a decirme no sé qué del espacio. La gente se queja de vicio porque el colchón lo llevaba sin inflar y yo iba de lo más calmada. Llego a mi playita y veo una cola enorme de guiris que quieren entrar también . ¡ Pero oiga - le digo al policía de la puerta - que yo soy boquerona y no tengo por qué hacer cola en mi playa !. Ay que no - me dice el tío con guasa - . Sí usted fuera extranjera, un poné : inglesa, alemana, suiza, noruega, yo la dejaría entrar pero con esa pinta nacional que trae, nanai de la china y encima no trae ni calcetines con las chanclas. ¿ Pero no ve la falta de guirismo que trae ?.

Yo, que  me siento ofuscada y confundida me pongo a llorar como una Magdalena y con to mi circunstancia me monto otra vez en el bus y tiro pa casa. 

La vida

 

Ay que tiempos aquellos, Maruja... Dicen que cualquier tiempo pasado fue mejor pero no es verdad... Mi pasado fue muy triste, siempre quise a quién no me quiso y siempre huyendo de quién me quiso y yo no quise... Si Maruja, un lío todo eso de la juventud... Y encima toas las hormonas alborotás... Ahora es mi época más tranquila... No busco porque ya tengo... No voy porque ya estoy... Esta etapa de mi vida es la que quise tener a los veinte años pero a esa edad no se tiene sosiego ni paz... Esa es la edad de no saber ir, ni adónde ni con quién... Ahora ya estamos como más asentás... Con las ideas más claras y precisas... Que no quieres estar , pues no vas... Que no quieres ver, pues no miras...  Y así, con estos ratitos de charla nos aliviamos ese trocito de alma que se nos queda enganchao en el ayer... Y ¿ ves ?... Yo ya me he quedao en la gloria... Y cuando quiero mirar pa' trás me digo : ehh que el futuro está delante, que atrás no hay nada nuevo... Po na Maruja... Que me ha encantao hablar contigo... Hala, con Dió.

Carmen NO Mola

 

Sé que esto que voy a decir es muy controvertido y me va a traer opiniones muy dispares, da igual, es lo que pienso.

Se trata de Carmen Mola. Durante años y años y años las mujeres artistas han tenido que usar pseudónimos masculinos para que les hicieran caso. Pintoras y compositoras que dejaban que firmarán sus obras sus maridos para poder salir al mercado. Y ahora que hay un auge de artistas femeninas, tres señoros lanzan su obra con el nombre de Carmen Mola y yo me pregunto : ¿ Con qué objeto ?. ¿Reírse de nosotras ? ¿ Aprovechar el tirón ?. No sé. La calidad literaria no la juzgo, no los he leído ni pienso hacerlo. La calidad moral, para mí, nula.

Carmen NO Mola

 

Corazón corazón

 

Cuando ya no pude más, abrí la boca para gritar pero en vez de expeler el aire salió mi corazón. Cayó justo delante de mí, era una masa sanguinolenta que aún latía. Me sorprendió que en ese mismo instante todo mi dolor cesó. Ya no sentía nada. Dudé entre recogerlo del suelo o irme sin él. Cuando ya me estaba agachando, un pie enorme lo pisó y ahí mismo y a la vez ambos morimos.