Esta soy yo

 

Soy el espacio que ocupo y el que no ocupo, el deshabitado, lo que sueño y lo que hago, lo que miro y lo que veo, mis inseguridades y mis certezas, lo que cuento y lo que callo, lo que he sufrido que ha sido casi más que lo disfrutado, lo pasado y el futuro que nunca llega porque siempre es ayer, tormentas, turbulencias y algo de paz, miedos, fobias y filias, algo de sentido común que es el menos común de todos los sentidos, una explosión de sentimientos, soy una caja llena de vísceras descolocadas que nunca encuentran su sitio. Si no me conoces aún,  aquí me explico.

Sí, dígame

 

Ay Maruja que semana más mala llevo... Nah, una contractura en la espalda que no me deja ni moverme... Tal que si me hubiera comido el palo la escoba... De la cama me bajo haciendo la croqueta y me quedo en el suelo como un escarabajo bocarriba... Entonces pido socorro y Juanan me recoge como si fuera un trompo... Me agacho en vertical... Una cosa mala de dolor... Lo que yo te diga, hija... Parezco un Clik de famobil, to tiesa... Ay po dió que esto a mí con veinte años no me pasaba, no me dolía na y siempre estaba fresca y lozana y ahora soy una uva pasa... Que si la diabetis que si la tirodis que si el coletiró, lo tengo tooo, soy como el vademécum de las enfermedades... Eso sí, ninguna es grave pa morirme pero pa tenerme joía sí... ¿ Como qué quien soy ? Maruja que soy yo, la Histeria... Será H. P. después de estar media hora hablando y no se entera!!. 

Destrucción

 

Después de, por fin, acomodarnos los dos en la misma cama y compartir el mismo armario, empecé a notar que algo no iba bien. Todo empezó por una pequeña grieta en la pared, apenas un arañazo, pero se fue abriendo y ya no había marcha atrás. Cuando intuí que aquello era gordo cogí a los niños y nos acurrucamos los cuatro debajo de la mesa del comedor que es la más robusta de la casa, tú, en cambio, preferiste salir corriendo y te refugiaste en la otra punta del mapa. El peligro pasó y pudimos arreglar las grietas una a una, eso sí, los niños y yo porque tú habías encontrado otra casa allí. Y mira que me alegro de tenerte lejos pero los niños no tienen ninguna culpa de tu cobardía.

Bienvenido a mi casa

 

Hola, pasa y acomódate, estás en tu casa; eso ya sabes que es solo una fórmula cordial porque no es " tu casa " ... Hace mucho tiempo que no te veo y mucho más que no hablamos y hoy, no sé por qué, te me has metido en el pensamiento... Bueno, ¿ quieres un café o que follemos directamente ?... Lo digo porque el tiempo que hace de viento y lluvia se presta a eso... El café nos calienta por dentro y la cama nos calienta por fuera... Al fin y al cabo la última vez fue en tu casa y ni una cosa ni la otra... Vamos que el frío no me lo quitaste de ninguna manera y pienso que ahora que la edad nos ha moldeado, lo mismo se nos da mejor... Yo no es que necesite ni lo uno ni lo otro pero tú nunca has sido de hablar mucho y quizá así se pase el tiempo más rápido... Como ves, ahora soy una mujer " empoderada " como nos dicen... Yo más bien diría que soy libre... Libre de decir sí y libre de decir no ... ¿ Quieres azúcar?. Para el café digo que para lo otro no la necesito, me he acostumbrado a diferentes sabores y lo muy dulce ya me empalaga ... En fin, veo que esta nueva versión de mí te acojona un poco... Te veo con cara de víctima, así que mejor te traigo el café y una magdalena.

Esos argentinos, che

 

¿ Por qué nos gusta tanto los argentinos ?

¿ Por qué nos gusta tanto los italianos?

¿ Por qué un argentino con ascendencia italiana ya es la repanocha?

Porque mueven la lengua como nadie, son como los Mercedes ¡¿ Que digo Mercedes?! Son los Rolls Royces de los amantes. Primero te aturden con sus palabras tan amorosas y sensuales y esa sonoridad que te acarician. Saben desnudarte con la miradas y la ropa aparece en el suelo sin más. Son como los superhéroes amatorios. ¿ Thor, Spiderman, capitán América?. Bahhh, simples becarios a su lado.

Y después de todo esto voy yo y me enamoro de un madrileñito de a pié, cágate lorito 😜

Juanan está raro

 

Ayer fue un día complicado porque por la tarde operaron a Juanan de varices. Todo ha salido bien, así que, por la noche ya estábamos en casa. La cosa es que desde que vinimos lo noto raro, sí, lo veo más alto, muy rubio y con ojos azules, además de mucho más musculado y joven. Hasta ahí bien, pero me mira mal, está como asustado y cada vez que abro la puerta la mira con desesperación. También habla en otro idioma, yo creo que es inglés porque dice algo así: my name is Jack. This isn' t my home, I live in England. No sé por qué ahora me dice esas cosas. ¡ Ni que me hubiera equivocado de marido !. Po yo no lo devuelvo, ea.

Mis palabras

 

Diccionario Histeria - español 

A veces me salen unas palabras muy raras, aparte de las andaluzas y malagueñas, utilizo lo primero que se me pasa por la cabeza. La edad que se va apoderando de mí, no hay otra.

Aquí os dejo un muestrario: 

Andárano - arándano 

Molúsculo - molusco 

Pafavá - por favor 

Rampalago - relámpago 

Licotero - helicóptero 

Frus fris - spray 

Imperdible - imprescindible 

Tubulán - tobogán 

Rintintín - retintín 

Paraloscopia - laparoscopia 

Magentófono - magnetófono 

Nu - no

A ella

 

Estás pero no estás, lo veo en tus ojos que ya no miran el presente, solo el pasado lejano. La mente y los recuerdos se quedaron guardaditos en un cajón que ya ni recuerdas porque hace años un mal viento llamado Alzheimer se los llevó. Cada día es igual al anterior y a la vez tan distinto, porque para tí todo es nuevo. Hoy o ayer, que más da, si ya tu mente se niega a guardar tus vivencias y cada mañana es una vida nueva. Vida que mañana no recordarás que has vivido. Vida que ya no recuerdas que vives. Vida que ya no es vida.

Hacer ejercicio

 

Todo empezó cuando abrieron una academia de pilates en el barrio. Yo estaba buscando algún lugar adonde acoplarme porque ya venía rebotada de varios gimnasios donde solo hacían caso a las menores de 30 años, 170 cm de altura y 50 kg de peso. Yo, a mis casi 64 años, me sentía, no voy a decir la oveja negra pero sí la vaca gorda del lugar, así que salí pitando de todos ellos. Como me descorazono pronto, me metí en casa haciendo algo de ejercicio on line hasta que un día paseando por mi calle me di cuenta que habían abierto esta academia. Entré a preguntar y Conchi me atendió con mucho cariño y me dijo que aquello era justo lo que yo andaba buscando pues daban clases por las mañanas para personas como yo ( allí ya no entendí si se refería a vacaburras o a desesperadas ). La idea me gustó mucho y me apunté a dar una clase de pruebas. Al día siguiente llegué con mi malla negra, mi camiseta negra y mis calcetines negros. Sé que fácilmente se me podría confundir con un grillo pero es que quería tapar mis vergüenzas lo más posible. Allí me presentaron a las que serían mis compañeras: María, Manoli, Carmen, Charo y Karina y yo me presenté como Histeria, nombre que me escupió mi madre cuando nací. 

La profesora Pilar, una tía monísima, esbelta, alta y vasca nos puso en fila y descalzas para entrar en clase. Todo estaba nuevo y reluciente y el parquet del suelo recién encerado. Como digo, íbamos en fila y recién entradas en la clase María resbaló y cayó al suelo con to su culo; las demás, pensando que eso formaba parte del ejercicio, enseguida nos sentamos todas sin desbaratar la fila hasta que vino Pilar, la profe, diciendo: ¡ Todas en pié que empezamos!. María, tú también. María dando pequeños saltitos insistía en que ella ya estaba de pié hacía un rato solo que era bajita y apenas se notaba. Y seguimos la clase, ya os digo que seguimos, pero todo, con mucha clase y elegancia, como siempre.

Estérea y angelical

 

Esta tarde, después de comer, he cerrado un rato los ojos y he tenido un viaje astral. Juanan que es muy prosaico dice que solo me he dormido y que encima he roncado. ¿ Perdona? ¿ Roncar yo ?. No bonito, yo no ronco, hago una respiración yóguica, practico el pranayama. Y sí, he tenido un viaje astral. Estaba tan ricamente con William Levy que me decía que yo era la mujer de su vida, que era divina de la muerte y otras cosas más, cuando de pronto me despiertan, perdón, me traen de nuevo a la tierra y me dicen que ronco. ¡ Que daño tan gratuito ! ¡ Que falacia ! Yo, que soy tan espiritual, tan esterea ( o algo parecido ), tan angelical ... No, si a la próxima me dice que me tiro pedos cuando en realidad es el amor que llevo dentro y por algún lado lo tengo que repartir. En fin , " no se ha hecho la miel para la boca del asno "

Angustiada y la cinta

 

- Buenas tardes chicas

- Angustiada que contenta te veo

- Sí, tú has echado un pinchito. 🤪🤪

- Que dices Lozana, eso te lo dejo a ti.

- ¿Entonces que te pasa ?

- He estado toda la mañana andando.

- Que bien, eso te sube las endorfinas.

-¿ Y que has hecho ?

- Primero me he tomado el cafelito, después el coñac y el purito y todo eso andando.

- ¿Pero adónde has ido ?

- A mí casa

- ¿Dando vueltas por el pasillo ?

- No tonta, en la cinta de correr pero andando.

- Aaaahhhh ya decía yo, si a ti no te gusta eso de hacer deporte 

- ¡¡Que va!! En pijama y con las babuchas, el café en una mano y el purito en la otra.

- Y cantándo: fumando espero...

- Sí Histeria pero sin esperar a nadie. A tí y a Lozana os ha dado por el senderismo, Po yo también.

- Mujer, lo bueno es hacerlo al aire libre.

- Y yo lo hago. Abro la ventana y el aire es libre de entrar.

- Ya, pero no es lo mismo.

- Cada una hace lo que puede y yo no doy pa más

- Pérfida, estás mu callá

- Es que tengo una encima que eso sí que es pa echar a correr y no parar.

- ¿Te dejo la cinta y te desfogas.?

- Gracias Angustiada pero no es eso.

- Uy, nos estás asustando.

- Ya sabes que nos tiene pa lo que necesites.

- Pero habla, mujer.

- Hija que esto es un comecome que no se puede aguantar.

- Está bien. El otro día después de las últimas lluvias, cuando salió el sol, mi Antonio sacó su hamaquita al patio y se puso allí to calentito. Estaba tan a gusto que se me durmió. Yo aproveché la coyunturas pa irme de compras pensando que no tardaría mucho pero ya sabéis lo que pasa... Que si te encuentras a una amiga... Que si vamos a merendar... Que si después un gintonic... Que si ya nos quedamos a cenar... Total, que cuando llegué, mi Antonio era un muñeco pero congelado. Yo lo metí dentro como pude, intenté meterlo en el microondas pero aunque no es muy grande, no cabía. Después probé con la olla exprés y el seguía tieso, pobrecito mío. Y allí lo tengo envuelto en papel de aluminio.

- ¿Has probado a echarle agua hirviendo ?

- ¡¡Histeria, eso me parece cruel !!

- Aprovecha y lo cincelas a tu gusto. Un George Cloony por ejemplo.

- No sé, no veo yo mu claras vuestras ideas.

- Yo lo puedo subir a la cinta y le doy un paseo 😃

- Gracias Angustiada pero no veo eso buena idea.

- Yo le pondría la plancha caliente.

- Eso puede ser maltrato animal.

- ¿Y tiene los ojos abiertos o cerrados ?

- Mitad y mitad. A veces creo que me quiere decir algo.

- Seguro que na bueno.

- Mételo en la cama y le das un buen meneo.

- Hijas, que mal me queréis.

- Pues ya no tenemos más ideas.

- Que se le va a hacer. Esperaré hasta agosto a ver si despierta.

- Bueno, mientras vamos a tomarnos nuestro té.

- Nicooo, ya puedes tomar nota.

El hombre de tu vida

 

Estaba ya tan cansada de fiestas que me dije : ¡ para ya ! y se me ocurrió pensar que quizá la felicidad no estuviera tanto en la cantidad como en la calidad. Así que me pasé unos días reflexionando hasta que lo hablé con mi amiga Gloria. Ella era la propietaria de una agencia matrimonial, " El hombre de tu vida ". Sí, suena algo grandilocuente y pretencioso porque no sé si cada mujer tiene algún tipo destinado, de todas formas le dije que por probar no perdía nada, como mucho, una tarde.

Quedé con ese supuesto " hombre de mi vida " en un bar céntrico porque conocía a la dueña y siempre pasaba por allí con mis ligues para que Ana les echara un vistazo. Iba yo muy adecuada, arreglá pero informal y me senté en una mesa estratégica que me había guardado ella. Vi llegar a un buen maromo, alto y ancho por igual, cuerpo de bombero y cara de William Levy. Me froté las manos y me dispuse a ser lo más encantadora posible ( que ya es decir mucho ). Él me reconoció porque, como habíamos quedado, yo iría con un capirote de nazareno. Nos gustamos al momento, comenzamos a hablar y teníamos los mismos gustos y aficiones. Mi amiga se acercó para tomar nota de lo que queríamos beber y me guiñó un ojo solo perceptible para mí. Ambos habíamos pedido un Earl Grey. La cosa siguió bien. Yo estaba contenta, el también, hasta que nos trajeron las consumiciones y vio que en vez de un té le habían traído una manzanilla. Eso no era un ser humano, era una bestia. Se levantó de golpe, tiró la silla y hizo pedazos la mesa. Yo empecé a mosquearme un poco, pero pensé que el muchacho solo tenía un carácter fuerte. De pronto empezó a ponerse verde, verde verde, se arrancó la camisa como Camarón y los pantalones se le quedaron a la altura de las rodillas. Ahí ya empecé a molestarme un poco porque esas no eran las maneras y me di cuenta de que no me había dicho su nombre. ¿ Y tú cómo te llamas, guapo ? le pregunté y de muy malos modos me contestó : Hulk. A mí me entró el agua de levante y con muy malas pulgas cogí mi bolso y le dije: lo siento pero yo no salgo con hombres con nombres como ese.

Me fui y ahora estoy otra vez con mi amiga Gloria para que me presente a otro " hombre de mi vida ". 

Soy libre

 

Siempre me ha gustado ser la oveja negra, la cabra loca o el perro verde porque el rebaño me aburre y me dan ganas de salir pitando hacia otros lugares.

Esto lo descubrí hace bastante tiempo cuando me di cuenta que las fronteras están hechas para cruzarlas, las vallas para saltarlas, los muros para derribarlos y los ríos para pontificarlos. Que somos seres libres por mucho que nos quieran meter debajo de una bandera que todo lo tapa y " algunos" nos asusten con dioses inexistentes que nos castigará si nos salimos del redil.

La libertad está en mí y ninguna reja me convencerá de lo contrario.

Miscelánea

 

Un relojero atrapó el tiempo y lo metió en una caja de cristal para manejarlo a su antojo pero este se vengó mandándonos  la senectud. 

Los errores son las pequeñas teselas con las que componemos el mosaico de nuestra vida.

Lo nuestro fue una tragedia shakespeariana: amor a primera vista, familias enfrentadas y triste final.

Nunca te avergüences de tus raíces, son lo que te mantienen en pie 

Mi felicidad

 

La felicidad tiene muchas caras, se viste de muchas maneras y aparece cuando menos te lo esperas en :

- La cara de mi nieta durmiendo la siesta

- Una canción que te dedica quién te ama

- La complicidad en una mirada con mi hijo

- Una mano que se estrecha

- Un " buenos días "de tus amigas

- Un " pienso en tí " de quién menos lo esperas.

- Una ventana al mar

- Abrazar un árbol y llenarte de energía

- Un lametón de mi perrijo

¿ El dinero ? No. Nunca me trajo la felicidad. Será que tengo un alma simple y esa simplicidad es la que me hace dar gracias a la vida.

Mi libro

 

Parece que fue ayer cuando presenté mi primer libro pero ya han pasado diez años. Recuerdo que estaba tan nerviosa que me planteé muy seriamente no asistir. Mi editor me dijo que no podía eludir esa responsabilidad, ya que la sala estaba a rebosar de gente . No es que fuera famosa pero sí que la obra había tenido una buena acogida. Salí, me senté tras la mesa y la vi justo en primera fila. Por un momento me sorprendió la sangre fría que había tenido para estar allí después de todo lo que había pasado, pero enseguida pensé que ella era exactamente así, fría y calculadora. Lo nuestro empezó justo un año antes, cuando yo aún estaba casada con aquel pobre infeliz. Nunca supo nada y nosotras nos seguimos viendo en aquel hotelito costero que tanto nos gustaba. Un día ella tuvo un ataque de celos y me pidió, no, me exigió que lo dejara. Yo en el fondo lo quería, de una manera fraternal, sí, pero lo quería y a ella solo me unía un deseo animal que, bien sabía yo, se iría apagando con el tiempo. Una tarde discutimos mucho y le dije que no me volvería a ver. Pasado un mes, más o menos, estaba sentada junto a mí marido cuando sonó su móvil. Sin querer miré quien le llamaba y me asusté.  Al instante él me dijo que saldría solo un momento pero ya no pude esperar, tenía que presentar mi libro. Y allí estaba yo, en el estrado, con la vista fija en ella y de repente descubrí una minúscula mancha roja en la manga de su camisa blanca. Él nunca volvió.