domingo, 5 de mayo de 2024

El hombre de tu vida


 

Estaba ya tan cansada de fiestas que me dije : ¡ para ya ! y se me ocurrió pensar que quizá la felicidad no estuviera tanto en la cantidad como en la calidad. Así que me pasé unos días reflexionando hasta que lo hablé con mi amiga Gloria. Ella era la propietaria de una agencia matrimonial, " El hombre de tu vida ". Sí, suena algo grandilocuente y pretencioso porque no sé si cada mujer tiene algún tipo destinado, de todas formas le dije que por probar no perdía nada, como mucho, una tarde.

Quedé con ese supuesto " hombre de mi vida " en un bar céntrico porque conocía a la dueña y siempre pasaba por allí con mis ligues para que Ana les echara un vistazo. Iba yo muy adecuada, arreglá pero informal y me senté en una mesa estratégica que me había guardado ella. Vi llegar a un buen maromo, alto y ancho por igual, cuerpo de bombero y cara de William Levy. Me froté las manos y me dispuse a ser lo más encantadora posible ( que ya es decir mucho ). Él me reconoció porque, como habíamos quedado, yo iría con un capirote de nazareno. Nos gustamos al momento, comenzamos a hablar y teníamos los mismos gustos y aficiones. Mi amiga se acercó para tomar nota de lo que queríamos beber y me guiñó un ojo solo perceptible para mí. Ambos habíamos pedido un Earl Grey. La cosa siguió bien. Yo estaba contenta, el también, hasta que nos trajeron las consumiciones y vio que en vez de un té le habían traído una manzanilla. Eso no era un ser humano, era una bestia. Se levantó de golpe, tiró la silla y hizo pedazos la mesa. Yo empecé a mosquearme un poco, pero pensé que el muchacho solo tenía un carácter fuerte. De pronto empezó a ponerse verde, verde verde, se arrancó la camisa como Camarón y los pantalones se le quedaron a la altura de las rodillas. Ahí ya empecé a molestarme un poco porque esas no eran las maneras y me di cuenta de que no me había dicho su nombre. ¿ Y tú cómo te llamas, guapo ? le pregunté y de muy malos modos me contestó : Hulk. A mí me entró el agua de levante y con muy malas pulgas cogí mi bolso y le dije: lo siento pero yo no salgo con hombres con nombres como ese.

Me fui y ahora estoy otra vez con mi amiga Gloria para que me presente a otro " hombre de mi vida ". 

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