lunes, 26 de diciembre de 2022

Mi Tita Mari


 


Fui a verla para desearle una feliz Navidad a pesar de saber que ya apenas me reconocía y mucho menos entendía ya este lío de las fiestas. La abracé tan fuerte que creí romperla y la llené de besos. Ella me miró con cariño porque a pesar de no reconocerme del todo sí sentía el cariño y el amor que yo le quería transmitir. Me separé de su cuerpo y nuestras miradas se cruzaron, durante un momento entendí la soledad en la que la tenía sumida su enfermedad y con los ojos me pareció entender que se estaba despidiendo de mí.  

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