Llegué a tu corazón una fría noche de invierno. Estaba aterida y empapada de lluvia. Tu me dijiste : pasa, al fondo a la izquierda, y me pareció bien porque era el lugar más calentito que había. Dejé la maleta y empecé a acomodarme. Seguiste enseñándome todo tu corazón, hasta los lugares más oscuros y juntos le pusimos luz y alegría. Me hice mi hueco ( al fondo a la izquierda ) y empecé a sentirme cómoda, amada y cuidada. Allí llevo diecisiete años y no me gustaría irme nunca...
viernes, 20 de enero de 2023
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