De lejos vi un campo repleto de amapolas rojas como gotas de sangre sobre una moqueta. Me fui acercando para disfrutar más de ese espectáculo y mi cerebro empezó a comprender lo que veían mis ojos. Las amapolas de repente se convirtieron en cabezas ensangrentadas y separadas de sus cuerpos como sí un gigante con una enorme hoz las hubiera ido segando como se siega el trigo en la cosecha.
jueves, 2 de marzo de 2023
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
A la playa
- Antonio, llévame a la playa que te voy a enseñar todo lo que he aprendido con las clases de natación de Lozana - Pero Pérfida, mi amor, ...

-
Como cualquier tarde entro en casa pero hoy noto algo especial, ya lo sé, hoy solo es casa y no hogar. Huele a vacío y soledad y hasta a m...
-
V enid, hermanas, venid Os necesito He vuelto a caer y yo sola no puedo con este peso He llorado lágrimas secas, vomitado sollozos mudos d...
-
A mis casi 66 años he asimilado muchas cosas: mis arrugas, mi flacidez, mi celulitis, mi memoria cada vez más frágil... Pero lo que no termi...
No hay comentarios:
Publicar un comentario