Conocimos a Batman con dos meses, no traía capa traía un corazón roto y muchas heridas en el cuerpo. En cuanto llegó a casa, ya con su chip y desinfectado, le pusimos en su camita pero él, que apenas podía caminar, se empeñaba en ponerse a nuestros pies para que lo cogiéramos en brazos. Solo quería mimos, abrazos y calor humano. Las heridas externas se curaron con paciencia pero las del corazón tardaron un poquito más. Y así poco a poco o mucho a mucho, nos fue robando el corazón y la cama. Ya tiene casi ocho años y no es tan vivaracho como antes pero sigue siendo el niño pequeño de la casa y a nosotros se nos cae la baba con él.
martes, 26 de septiembre de 2023
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Rayuela
Hace ya algunos años leí el afamado libro Rayuela de Julio Cortázar. La verdad es que leído tal cual no me pareció gran cosa pero decir qu...
-
Ayer anduve por nuestros lugares. Me senté en nuestro banco y miré el mar por las dos. Sentí que de nuevo estabas a mí lado cogiéndome la ...
-
Esta tarde, después de comer, he cerrado un rato los ojos y he tenido un viaje astral. Juanan que es muy prosaico dice que solo me he do...
-
T e olvidé en defensa propia. Ya no podía arrastrar el peso de tu recuerdo. Tantos besos que nos dimos se me quedaron clavados en los labi...

No hay comentarios:
Publicar un comentario