martes, 26 de septiembre de 2023

Y llegó Batman


 

Conocimos a Batman con dos meses, no traía capa traía un corazón roto y muchas heridas en el cuerpo. En cuanto llegó a casa, ya con su chip y desinfectado, le pusimos en su camita pero él, que apenas podía caminar, se empeñaba en ponerse a nuestros pies para que lo cogiéramos en brazos. Solo quería mimos, abrazos y calor humano. Las heridas externas se curaron con paciencia pero las del corazón tardaron un poquito más. Y así poco a poco o mucho a mucho, nos fue robando el corazón y la cama. Ya tiene casi ocho años y no es tan vivaracho como antes pero sigue siendo el niño pequeño de la casa y a nosotros se nos cae la baba con él. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Un día tranquilo

  Son las cinco de la tarde de un martes del mes de julio. Calor, por supuesto. Después de haber leído un buen rato debajo de un gran ventil...