De un mar gris metalizado que se confunde con el cielo encapotado se alza una enorme roca altiva. Apalizada por el mar por todos sus puntos cardinales nunca se rinde. Enamora con su gente humilde y orgullosa, su son sonando en cada esquina y su intrepidez al plantar cara al gigante Goliat. Su coloridas casas son como un arcoiris de esperanza. Su testuz no se achanta y de lo poco que te dejan sacas todo lo bueno que puedes. Yo te admiro y te halago desde este malecón hermano.
sábado, 21 de octubre de 2023
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Un día tranquilo
Son las cinco de la tarde de un martes del mes de julio. Calor, por supuesto. Después de haber leído un buen rato debajo de un gran ventil...

-
Como cualquier tarde entro en casa pero hoy noto algo especial, ya lo sé, hoy solo es casa y no hogar. Huele a vacío y soledad y hasta a m...
-
V enid, hermanas, venid Os necesito He vuelto a caer y yo sola no puedo con este peso He llorado lágrimas secas, vomitado sollozos mudos d...
-
A mis casi 66 años he asimilado muchas cosas: mis arrugas, mi flacidez, mi celulitis, mi memoria cada vez más frágil... Pero lo que no termi...
No hay comentarios:
Publicar un comentario