A D. Antonio Muñoz Molina
Estimado amigo, ante todo te pido perdón por el tuteo pues aunque no lo sabes llevamos semanas merendando juntos. Tú pides un café con leche o un mitad, como se dice aquí en mi tierra, y yo un Earl Grey. Tú me hablas a través de los libros y yo pongo toda mi atención en ello y así pasamos el confinamiento y escuchamos pasos en la escalera. Después me enseñaste que El jinete polaco es un cuadro y también aprendí, como Hopper, a mirar por la ventana y no solo Manhattan sino cualquier ciudad en cualquier lugar del mundo. Me quedo extasiada con estas historias y con las descripciones tan bien hechas de las situaciones que las veo, las oigo e incluso las huelo. Y ya no te entretengo más porque aún nos quedan muchas charlas pendientes.
Un abrazo
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