Hoy hemos ido otra vez de comida mis tres amigas y yo y como siempre ha sido divino. El restaurante era un antro pijo donde nos han puesto la mínima expresión de comida. Después un té y un trozo de tarta riquísima y abundante y cuando ya nos íbamos para casa de lo más tranquilas nos para una chica para preguntarnos una calle. Y aquí se arma el belén, yo que precisamente he trabajado en ese lugar me pongo a explicarle cómo llegar, Pérfida que confunde siempre el nombre de las calles, la manda en sentido opuesto y Angustiada la pone a callejear. La chica a hecho plofff, se le han puesto los ojos en blanco y ha empezado a echar humo por las orejas. Ni nosotras nos poníamos de acuerdo y ella con lágrimas en los ojos nos suplicaba que la dejáramos ir que ya preguntaría a alguien. Así que, ya muy metidas en nuestro papel de Cicerone, la lanzábamos de una a otra a la vez que decíamos: yo tengo razón, no yo, no yo. Al final la pobre ha podido escapar con la ropa desgarrada y el moño suelto y ha corrido hacia un coche de policía que pasaba por allí. Total, un día de lo más normal para nosotras.
martes, 2 de abril de 2024
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Nos oyen cuando lloramos?
No sé si en el mundo queda algo de humanidad, visto lo que está pasando, lo dudo mucho. Matar a personas que no se defienden parece el dep...
-
Despreciable Pablo Motos: ante todo decirte que no veo tu programa, nunca me has caído bien y por los numerosos memes, veo que lo utilizas...
-
Durante mucho tiempo fuí una persona en blanco y negro hasta que un día te conocí y empezaste a colorearme. Primero me pintaste una sonris...
-
No sé si te vi porque miré o miré porque te vi pero enseguida cerré con fuerza los ojos para tatuarme tú imagen en la retina. Y ya todo er...
No hay comentarios:
Publicar un comentario