La tentación vive arriba

 La tentación vive arriba, si si, concretamente en el tercero F. Me lo suelo encontrar subiendo y bajando por las escaleras. Es un madurito apetecible, se llama Manolo. El nombre no es ni sexual ni sensual pero él sí. Ayer fuí a sacar la basura a la puerta ( la recoge el conserje ) y lo vi bajar. Lleva el pelo cortito, su color que en otros tiempos era castaño ahora es entrecano. Su barba, aparentemente descuidada pero yo sé que se la recorta cada semana. Viste vaqueros claros y una camisa blanca de lino con cuello Mao. No lleva alianza, cosa que en estos tiempos no significa nada. Según bajaba las escaleras me ha sonreído con la boca y con los ojos. Ha sido una sonrisa espléndidamente larga, o eso me ha parecido a mí que no atinaba a dejar la bolsa de basura en su maldito lugar.  He entrado a casa medio flotando. Cuando pasaba por delante del espejo de la entrada me he dado cuenta por qué me ha sonreído: estoy en pijama, zapatillas y sin peinar. No vuelvo a sacar la basura en mi puta vida 😭