Hoy os voy a presentar a otra de mis amigas : Pérfida. Es una persona muy especial porque ha nacido exclusivamente para chinchar a su marido. Si, como lo oís y si no me creéis, leed las cosas que inventa.
- Antonio, llévame a la playa que te voy a enseñar todo lo que he aprendido con las clases de natación de Lozana
- Pero Pérfida, mi amor, con este terral y a 45*que estamos no es conveniente salir de la casa. Aquí estamos fresquitos con el aire acondicionado y la cervecita. ¿ Que más quieres ?
- Antonio, yo quiero ir a la playa, ahora que sé nadar quiero bañarme y disfrutar. Me siento como la sirenita.
- A ver, cariño, tú llenas la bañera de agua fría y es lo mismo pero sin los inconvenientes de la arenilla entre los deos.
-¡ Que no Antonio.! Que nos vamos que ya he hecho las tortillas, los filetes empanaos, la ensaladilla de pimientos, el pollo al ajillo y un gazpacho que no se lo salta un galgo. Así que arreando.
- Na que no puedo con ella. Hala, allá va el chachi con una caló que no veas a llevar a su Pérfida a la playa.
- Antonio que no se te olvide el sombrero. El mejicano no que te conozco, el chiquito.
- Ya estoy, mi amor
- Antonio, con la gorra de naranjito no. ¡¡ Pero es que nunca me oyes cuando te hablo !!
Y lleva estas cosillas pal coche : la sombrilla de la fanta, la nevera de la Coca cola, las tumbonas, las toallas, la cesta con la comida, mi ropa pa cambiarme después, el frisbi, el flotador de unicornio, las aletas pa nadar y las dos pistolas de agua.
- ¿ Pero donde nos sentamos nosotros ?
- ¡ Antonio hijo, donde nos vamos a sentar !. Po alante en los asientos.
- Es que lo he pillao to. Ya va el seiscientos lleno.
- Eso es que lo has colocado mal. Sácalo to y lo vuelves a poner.
- Pérfida, mi amor, que ya me está sudando la calva.
- Cuando lleguemos te das un bañito y listo, fresco como una rosa.
- No estoy yo mu convencío. Bueno móntate, abre las ventanas y empieza a rezar pa encontrar aparcamiento.
- ¡Antonio, tú sabes que lo único que rezo es " cuatro esquinitas tiene mi cama "!
- Da igual, es solo pa que Dios se apiade de mi.
- Grgtgrgrgr Grgtgrgrgr Grgtgrgrgr.
- ¿ Que pasa Antonio ?
- Es raro pero el coche no arranca.
- Abre el aire y échale agua que eso es que la trócola se ha quedao un poquillo seca.
- ¿ Desde cuando entiendes tú de coches ?
- Desde que me casé contigo y no tuve más remedio que aprender y te digo que el coche está recalentao.
-¡ Vaya, el coche se puede recalentar y yo no !.
- Mira Antonio que hoy no me pienso pelear digas lo que digas. He dicho que vamos a la playa y vamos a la playa como me llamo Pérfida. Así que sácalo to que nos vamos en autobús.
-¡¡¡ Pero no entramos con tanto trasto !!!
- ¿Que no ? Ya verás como hago hueco.
- Me das miedito Pérfida.
- A ver si vas a creer que no voy a practicar lo que me enseñó Lozana, ¡ hombre ya !. Natación sincronizada te hago si hace falta.
- Bueno, si tú lo dices.... Vamos.
Llegan a la parada del bus con toda la impedimenta. La cola de gente da la vuelta a la esquina pero allí se ha colocao Antonio a pleno sol mientras su querida Pérfida se resguarda en un portalito a la sombra.
- Antonio que no se te cuele nadie. Cuidao con esa que tiene cara de colona.
- Que no mi amor que yo estoy atento.
- Al final se te cuela, seguro.
- Chiquilla, cállate ya que aquí estoy yo con cuatro ojos.
- Si, me río yo de tus cuatro ojos
- Oiga caballero, lo estoy observando y vd ya tiene el cielo ganao.
- Y que lo diga y eso que hoy el día está tranquilito.
-¿ Quiere decir que otras veces es peor ?
- No puedo contarle nada que todo lo que le diga ella lo oye y después lo usa en mi contra.
Ya llega el bus y van entrando como pueden. Todos menos Antonio que según el conductor no cabe.
- ¿ Como que mi marido no cabe ?
- Señora, su marido va demasiado cargado y primero son las personas.
- Ya lo has oído Antonio. Vete pallá andandito que yo te espero allí dándome un bañito. Hala mi amor que estás interrumpiendo la cola.
- Serás hija de ....
- Antonio ¿ Decías algo ?
- No mi amorcito que ya estoy en marcha.
- Hala, con Dios
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