Ayer oí en la TV que tener un/a amante sale muy caro. Pero no dicen la pereza que da a ciertas edades. Cuando eres joven solo quieres aventura y probar, probarlo todo, pero a mi edad... uffff, pereza total. Yo, que llevo más de diecisiete años con mi pareja, mañana salgo a la calle y al doblar una esquina me da una ventolera y digo : me voy a echar un amante. Me apunto a una web de ligues y alguno se fija en mí o yo me fijo en él. Primera conversación: hola, y lo de " estudias o trabajas" lo cambiamos ya por " ¿ Cuanto hace que te jubilaste ? " Y así vas ya calculando la edad porque en el Tinder la foto que ha puesto es de cuando era un gurripato y si lo ves ahora no lo conoces. Después ya vamos a lo que interesa, a lo que tenemos en común: ¿ Lexatín o Tranquimazín ?, ¿ Artritis o artrosis?, ¿ Prótesis de cadera o de rodilla?. Vamos, un no parar de cosas. Y eso de no depilarte las piernas y tener los pelos como escarpias, nada. Tendría que ir más a menudo a Pilates y a la peluquería y a la manicura y a... Quita quita que yo ya no estoy pa eso. Y hablando de sexo ¿ Sexo ? ¿ Que es eso ?. Yo ya tengo rigor mortis en los bajos y no pienso resucitar nada pero vamos, ni " un nanosegundo en el metaverso". A mí lo que me echa pa'trás de un amante no es el dinero, es la pereza.
No hay comentarios:
Publicar un comentario