Soy una presa hidráulica. Por un lado sonriente y serena, la parte que ve la gente. Por el otro lado, aguantando la presión que hace sobre mí millones y millones de gotas. Gotas que son lágrimas que sujeto cada vez con más esfuerzo, gotas que cualquier día empezarán a resquebrajar la parte de felicidad impuesta y se abrirán paso por esta corteza inquebrantable hasta sacudir todos los cimientos. Gotas que al final caerán libres de ataduras y su caudal destrozará todo lo que tenga delante. Pero mientras tanto debo seguir con mi sonrisa idiota haciendo creer que todo va bien. Show must go on.
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