El silencio de la calle. La música que se desliza por las paredes de la habitación. La respiración lenta y profunda. Todo hace que entre en catarsis. Cierro los ojos y Billie Holiday se abre camino hasta mi cerebro. Lo acaricia, lo acuna, lo abraza... Y me dejo llevar por esa voz susurrante hasta decorados desconocidos. Esta facilidad para la ubicuidad es fascinante. Nunca he ido a sitios tan interesantes como los que tengo en mi cabeza. Mi ficción supera a la realidad. Que suerte tengo de saber volar sin tener alas.
jueves, 5 de enero de 2023
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Destrucción
Después de, por fin, acomodarnos los dos en la misma cama y compartir el mismo armario, empecé a notar que algo no iba bien. Todo empezó p...
-
Despreciable Pablo Motos: ante todo decirte que no veo tu programa, nunca me has caído bien y por los numerosos memes, veo que lo utilizas...
-
Durante mucho tiempo fuí una persona en blanco y negro hasta que un día te conocí y empezaste a colorearme. Primero me pintaste una sonris...
-
No sé si te vi porque miré o miré porque te vi pero enseguida cerré con fuerza los ojos para tatuarme tú imagen en la retina. Y ya todo er...
No hay comentarios:
Publicar un comentario