Ay los ofendiditos, siempre hay alguno en algún lugar de este universo. Que si han hecho un chiste metiéndose con mi acento, que si se ríen de una muñeca horrible que parece que se asoma por un ojo de buey, que sí... Y claro, hacen de su ofensa, que a mí me importa una higa, la ofensa de un pueblo entero que tiene cosas más importantes en qué pensar, pero estos " ofendiditos" que son pocos y cobardes, quieren hacer ver que ellos son la voz de la verdad, la voz de todo un pueblo y se pronuncian en adalid de una cultura que está más basada en sangre y sudor que en tonterías. Porque parece que los chistes solo tienen gracia cuando los hacen ellos. En fin, como dice mi querido Juanan, patria y religión: mezcla explosiva.
martes, 11 de abril de 2023
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