domingo, 13 de agosto de 2023

Grandes amigos


 

Cada mañana el pajarillo acudía al mismo banco del parque donde se encontraba con Antonio que acababa de engrosar la lista de parados. Antonio, que toda su vida había trabajado en la banca, ahora a sus cincuenta y cinco años no sabía cómo llenar el tiempo. Se seguía levantando a las siete de la mañana por inercia, al principio optó por salir a dar grandes paseos pero se cansó pronto de ir andando y hablando solo. Así que al poco empezó a sentarse en un banco del parque y leer el periódico, se sentía acompañado por el piar de los pájaros que esos sí que empezaban pronto su jornada.  Un día tuvo el descaro de plantarse delante de él un gorrión cojo. Se le quedó mirando y pensó que quizá el pobre pájaro tampoco encontraba su sitio en medio de tanto alboroto y le dió una pizca de manzana que tenía en el bolsillo como desayuno. El pájaro que al principio no le hizo mucho caso terminó por picotearla y Antonio le prestó más atención. Al final se la comieron a medias y fueron cambiando de desayuno cada día. Antonio había hecho un amigo, no hablaban el mismo idioma pero se entendían. Alguna vez el gorrión le llevaba una ramita de algún árbol para agradecerle la comida. Fue un día lluvioso cuando Antonio no fue a ver a su amigo. El gorrión esperó toda la mañana y la siguiente y la siguiente, siempre era fiel a su cita hasta que un día llegó un chico joven y se sentó en el banco, sacó una manzana y empezó a cortarla en pedacitos. El pajarillo lo miró y ladeó la cabeza: no entiendo nada, pio. El chico escuchándolo le dijo : mi padre no puede venir ya, ha tenido un accidente y nos ha dejado pero me dejó escrito que aquí venía cada día a desayunar con su amigo y aquí estoy. A partir de ahora yo también seré tu amigo. 



Every morning the little birdie went to the same park bench where he' meet with Antonio who just increased the unemployed ranks. Antonio worked on banks all his life and now at the age of fifty five didn't know how to pass the time. He kept getting up at seven by force of habit, at first he decided to take long walks but quickly got tired of walk and talk alone on the streets. Then he started to sit on a bench in the park to read the newspaper, he felt accompanied by the cheep of the birds (they sure got up early too). One day a red sparrow had the insolence to stand before him. He stared at him and thought that maybe the little bird also didn't find his place in this racket and gave him a bit of the apple he had in the pocket as breackfast. The little bird didn't pay too much attention at first but enden up pecking at it as Antonio observed. At the end they ate the apple and each day changed the food. Antonio had made a friend, they didn't speak the same language but they understood each other. Sometimes the sparrow gave him a little branch as a token of gratitude for the food. It was raining the day when Antonio didn't go see his friend. The sparrow waited all morning and the next and the next one, always loyal until one day a young man came and sat on the bench, pulled out an apple and started to cut it in little pieces. The little bird didn't understand a thing and tilted his head: "I don't get it, pio". The boy listened and said: "my father can't come anymore, he had an accident and is no longer with us. But he left me a note saying that he came here to have breackfast with his friend and here I am. Fron now on, I'll be your friend too".

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