Andaba yo dando un paseo con mi música puesta y mirando al frente cuando de reojo vi que algo parecido a una pelusita esponjosa se movía en el suelo. Al principio creí que era el aire pero no había así que me agaché y vi, no sé, algo que trataba de moverse. La recogí entre mis manos, pesaba menos que una pluma y la llevé a casa. Allí la cuidé, la atendí y le di cariño, no me pedía más, y un día la vi flotar por la habitación y me contó que era un espíritu libre que se había quedado a mitad de camino pero ya estaba dispuesto a seguir. Me dió mucha pena porque yo también tengo un espíritu libre que de momento no se atreve a volar. Subí a la azotea y abrí mis manos para dejarlo libre. Voló y voló y dejó la llamita de la libertad prendida en mí.
jueves, 26 de octubre de 2023
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Bienvenido a mi casa
Hola, pasa y acomódate, estás en tu casa; eso ya sabes que es solo una fórmula cordial porque no es " tu casa " ... Hace mucho t...
-
Despreciable Pablo Motos: ante todo decirte que no veo tu programa, nunca me has caído bien y por los numerosos memes, veo que lo utilizas...
-
Durante mucho tiempo fuí una persona en blanco y negro hasta que un día te conocí y empezaste a colorearme. Primero me pintaste una sonris...
-
No sé si te vi porque miré o miré porque te vi pero enseguida cerré con fuerza los ojos para tatuarme tú imagen en la retina. Y ya todo er...
No hay comentarios:
Publicar un comentario