Nunca tuve conciencia de que mi madre antes, durante y después de parirnos era mujer. Siempre fue esa figura tierna pero autoritaria que quiso moldearme a su imagen y semejanza. Chocábamos mucho porque yo siempre he tendido a sacar los pies del tiesto e íbamos de discusión en discusión pero queriéndonos hasta el infinito. Ella era hija de su tiempo. Educada para ser esposa y madre, trabajo que tomaba muy en serio, nos guió por el camino recto zapatilla en mano. Solo al final de su vida, cuando ya perdió la cabeza y no nos conocía, me hice yo con el control. Iba a verla a la residencia que ella consideraba su hogar, y me convertía yo en madre y ella en hija. Un día muy temprano se fue y aún noto su energía a mí lado.
martes, 3 de octubre de 2023
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Esos argentinos, che
¿ Por qué nos gusta tanto los argentinos ? ¿ Por qué nos gusta tanto los italianos? ¿ Por qué un argentino con ascendencia italiana ya es ...
-
Despreciable Pablo Motos: ante todo decirte que no veo tu programa, nunca me has caído bien y por los numerosos memes, veo que lo utilizas...
-
Durante mucho tiempo fuí una persona en blanco y negro hasta que un día te conocí y empezaste a colorearme. Primero me pintaste una sonris...
-
No sé si te vi porque miré o miré porque te vi pero enseguida cerré con fuerza los ojos para tatuarme tú imagen en la retina. Y ya todo er...
No hay comentarios:
Publicar un comentario