sábado, 30 de diciembre de 2023

La angustia de Angustiada


 

Cada vez que toca comida con las Maris, Angustiada me recoge con el coche y nos vamos juntas para el centro. Yo empiezo a mentalizarme la noche anterior, rezo el " Jesusito de mi vida " para que me proteja. Cuando me monto en el coche me doy tres vueltas con el cinturón de seguridad, me tiro media hora sin respirar pero me siento más segura. La ida es como una yinkana, para ella no existe ni el ceda el paso, ni los pasos de peatones ni los stop y como no soporta tanta rotonda pues ella sigue recto porque rodearlas es perder el tiempo. Cuando llegamos al parking hay que aparcar y esto ya es harina de otro costal. Yo empiezo: ahí hay un sitio y allí y allí pero ella me dice que no cabe y que no sabe aparcar de culo. Pero mujer, si allí cabe un trailer triple, le digo yo, pero no hay manera.

Llegamos al restaurante y comemos divinamente, ella solo bebe agua pero le hace el efecto de cinco copas de coñac. Eso sí, lo pasamos genial y después toca volver y eso ya es como entrar en el pasaje del terror, que no sabes por dónde te van a salir. Saca el coche del aparcamiento desplazando levemente una columna tres metros. Me vuelvo a enredar el cinturón de seguridad y allá que vamos rampa arriba para salir. Sube recto y sin trompicones por primera vez en muchos años, cuando de repente empieza a sonar un pitido muy irritante. Nos miramos y empezamos a buscar la causa del ruido: miramos las puertas y todo bien, los cinturones también abrochados y como no damos con la causa seguimos hasta que me mira como si nada y dice : ya se de que es el ruido, llevamos puesto el freno de mano. Na, una tontería de nada, si es que a mí me tenían que haber quitado el carnet hace tiempo, si tampoco veo por donde voy. Y cuando me bajo beso el suelo y alabo a Dios que me ha vuelto a salvar la vida. Pero todo esto con mucha clase y elegancia, como siempre. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Desespero

  V enid, hermanas, venid Os necesito He vuelto a caer y yo sola no puedo con este peso He llorado lágrimas secas, vomitado sollozos mudos d...