domingo, 4 de febrero de 2024

Ay Dios mío!


 

Pero quién me manda a mí meterme en estos líos !. Y todo por hacer caso a mi amiga Belén que dice que me ve mu sola y quiere emparejarme con un amigo de su novio. Yo sola estoy mu bien, voy y vengo y por el camino me entretengo. Bueno, la cosa es que ya llevo diez minutos esperando al susodicho y estoy por levantarme e irme cuando veo entrar a un tío por la puerta. Ay, virgencita que no sea ese. De cuerpo no está mal pero tiene cara de locutor de radio. A ver, Yola, me digo a mi misma, lo importante está en el interior así que me dispongo a conocerlo un poco. De entrada me da la mano, sudorosa y floja, me da la impresión de estar agarrando un pez muerto. Y de salida veo que tiene caspa. ¡ Dios bendito, con la de productos que hay ahora para eso !. No quiero seguir sacando más defectos y me siento frente a él. Le pido que me cuente algo sobre su vida. Trabaja en un banco, es decir, es banquista que no banquero, bueno, no me parece mal hasta que empieza a describirme concienzudamente los misterios de un balance. Reprimo un bostezo, luego otro y otro, cuando me pregunta le digo que es un tic que me sale cada vez que me lo estoy pasando bien y se queda tan conforme. Le pregunto que cual es su hobby y cree que le estoy hablando de la película El hobbit y me la cuenta enterita. Esto ya no hay quien lo aguante, me acuerdo de mi amiga y no para bien y me levanto tan rápido que tiro la silla. ¿ Adonde vas ?, me pregunta algo confundido. A rezar, que me ha llamado la virgen y diciendo esto salgo veloz por la puerta. 

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