Tu vientre caliente contra mi espalda
Tu mano en mi seno
Tu boca susurrante en mi oído
Todo es revuelo de sábanas
La luz de la luna que entra
Tú suspiras
Y yo que te digo:
Chiquillo, échate p'allá con to la caló que hase
Y de pronto cientos de soles incendiados cayeron sobre nosotros dejando el cielo sin luz. Corrí, me escondí, volví a correr... Todo fue i...
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