Tu vientre caliente contra mi espalda
Tu mano en mi seno
Tu boca susurrante en mi oído
Todo es revuelo de sábanas
La luz de la luna que entra
Tú suspiras
Y yo que te digo:
Chiquillo, échate p'allá con to la caló que hase
Después de, por fin, acomodarnos los dos en la misma cama y compartir el mismo armario, empecé a notar que algo no iba bien. Todo empezó p...
No hay comentarios:
Publicar un comentario