El callejón 47 seguía oliendo a inmundicia a pesar de haber sido limpiado no hacía mucho. Tenía ratas enormes que, después del vertido tóxico, nacían con dos cabezas, dos patas solamente y sin cola. Los más desarrapados seguían durmiendo allí en cajas de cartón y los crímenes nocturnos eran frecuentes. A pesar de todo a Denis le gustaba asomarse a su ventana cada noche y con su único ojo atisbar un trocito de luna. Estaba tan acostumbrada al mal olor y al trasiego que nada le llamaba la atención, hasta la noche en que llegó él con su traje de payaso trasnochado y un cuchillo clavado en la cabeza. Lo miró hastiada y le ladró unas palabras: no permito esa clase de conducta en mi callejón, solo se admiten cadáveres.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Se fue, se fue
Viene hacia mí con paso firme, mirándome a los ojos con confianza porque sabe que estoy aquí esperando, de pronto, rasga el aire con su ...

-
Ayer anduve por nuestros lugares. Me senté en nuestro banco y miré el mar por las dos. Sentí que de nuevo estabas a mí lado cogiéndome la ...
-
Esta tarde, después de comer, he cerrado un rato los ojos y he tenido un viaje astral. Juanan que es muy prosaico dice que solo me he do...
-
Como cualquier tarde entro en casa pero hoy noto algo especial, ya lo sé, hoy solo es casa y no hogar. Huele a vacío y soledad y hasta a m...
Ayer vi el film de terror TERRIFIER del 2016. Me gustó mucho. La recomiendo si te gusta el género.
ResponderEliminarLa verdad es que no me gusta el terror pero me salen pensamientos muy inquietantes 😜
Eliminar