jueves, 25 de abril de 2024

El sol, testigo mudo


 

El sol tuvo que apresurarse aquella mañana para colocarse en el lugar que le correspondía; las nubes entraron todas vestidas de blanco como un coro de bailarinas en el escenario y el viento sopló un poco para levantar sus faldas. Todo estaba perfecto aquella mañana de primavera en aquel escenario azul pero no era igual abajo, en la tierra, alli había algo que no funcionaba bien; las personas se habían vuelto locas y se mataban entre ellas. Les daba igual el motivo o si lo había o no, la cosa era matar al contrario que  no sabían muy bien quien era. Destrozarlo todo, envenenar el agua y los cultivos, cualquier cosa valía. El sol se cansó de mirar tanta destrucción sin sentido y apagó su luz, así todo sería más fácil. 

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