Hablando contigo

 

Hola amigo. ¡ Cuanto tiempo sin verte !. ¿ Años dices ?, yo diría que han sido algunas vidas. Desde que nos vimos en aquel pueblo.... si, yo diría que algunas vidas hemos estado sin vernos. Bueno, no todo ha cambiado, yo sigo prácticamente igual. : solo unos kilos de más y tu un  poco de pelo de menos pero seguimos siendo los mismos. Tú siempre atareado y yo siempre con la cabeza en mil sitios. Pero ven, siéntate aquí a mi lado y cuéntame cosas. Antes lo hacíamos ¿ recuerdas ?. Los dos tumbados en el sofá y poniendo el mundo del revés. Ahora te noto más sereno o quizá más apagado, no sé, esa energía de querer cambiar el mundo ya no la veo en tus ojos azules. ¿ Que te han pasado mil cosas ? Si claro, como a todos. La cuestión está en asimilarlas según vienen y no darles la espalda que, como ya te dije un día, de repente te das la vuelta y te las encuentras de golpe. Anda ven y nos tomamos un té, con yerbabuena como a tí te gusta y lo sueltas todo. Ya sé que la vida no da respiro, por eso debes aprender a respirar a su par, ya sabes.... inhalas y exhalas... Ah, ¿ Que te quieres poner a dar clases de yoga ? Estupendo pero eso no te va a servir de nada si no estás dispuesto a descargar la conciencia. Pero hombre, deja ya de dar paseos que me tienes de los nervios. Te he dicho mil veces que cuando quieras hablamos. Que no solo de pareja vive el hombre y al fin y al cabo una pareja son dos elementos : tú y yo y no te hace falta ni novia ni na de na. Vaya, por fin te sientas. Anda, dame la mano y dime cómo fue tu primera vida después de separarnos... Sabes que te escucho con atención.