Mamá, mamá, mamá. A veces te nombro por pura necesidad, se me llena la boca de esas cuatro letras y las digo en voz alta para oírlas y tener esa sensación de cercanía. Creo que es la palabra más bonita del mundo porque encierra todo lo bueno: amor, seguridad, paciencia, generosidad y tantas otras cosas.
Días como este es fácil acordarme de tí, todo alrededor se confabula para ello, pero a mí me gusta sentirte en el silencio, en la soledad, en el desamparo y mi miedo porque es cuando noto tu mano levantándome del suelo una y otra vez.
Nunca me olvides, mamá.
No hay comentarios:
Publicar un comentario