Estaba preparando la cama para acostarme como cada noche cuando de pronto escuché un ruido muy leve a mí espalda. Me volví y vi algo diminuto en la pared, al principio pensé que sería uno de los mosquitos que ya andaban pululando por casa y apenas le hice caso. El ruidito siguió y volví a mirar y esta vez me acerqué pensando en aplastarlo contra la pared pero se me escapó porque inmediatamente cambió de sitio, pero no, no era un mosquito, era una palabra en negrilla que decía NO. Miré hacia arriba y vi como aparecían otras muchas más, incluso frases enteras que resbalaban por la pared y por el techo. Entré en pánico y solo se me ocurrió meterme en la cama y taparme la cabeza con la sábana. Seguía oyendo un susurro cada vez mayor. Notaba como aquellas palabras caían sobre mí; los monosílabos apenas pesaban pero las esdrújulas y sobreesdrújulas eran un peso muerto. No sé cuando me desvanecí pero antes de hacerlo pensé que iba a morir aplastada por todas las palabras que alguna vez pensé y no me atreví a decir.
viernes, 23 de junio de 2023
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