De repente un fogonazo de luz iluminó el horizonte seguido de un gran estruendo. Las nubes negras como el carbón se apretujaron en el cielo. La lluvia tardó apenas dos segundos en aparecer. Al principio solo era una llovizna tímida que anunciaba lo que venía detrás. El chaparrón no tardó en llegar. Los árboles esperaban con alegría aquella ducha tan agradable que les quitaría de encima toda la costra de suciedad y polución que ya les agobiaba. Los cristales de las ventanas eran pistas de carreras para las gotas. Las barandillas de las terrazas asomaban su color verde y todo el barrio parecía nuevo.
jueves, 8 de junio de 2023
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Más allá
L a utopía es tan necesaria como el horizonte, sabemos que nunca vamos a alcanzarlo pero es un acicate para seguir de pie, luchando, creci...
-
Ella nació por primera vez un mes de marzo de 1990. Siempre fue la niña rubita y pecosa de la eterna sonrisa. Conoció pronto el amor y el ...
-
Despreciable Pablo Motos: ante todo decirte que no veo tu programa, nunca me has caído bien y por los numerosos memes, veo que lo utilizas...
-
Durante mucho tiempo fuí una persona en blanco y negro hasta que un día te conocí y empezaste a colorearme. Primero me pintaste una sonris...
No hay comentarios:
Publicar un comentario