Siempre está canturreando y es algo que no soporto y menos cuando se empeña en seguir el ritmo dándose palmaditas en la pierna. Hay veces que intento hacerme la loca y no oírlo pero cuanto más cierro los oídos más fuerte canta. También lo hace en inglés, spanglish o lo que sean esos sonidos que echa por la boca y lo mejor es que se ríe cuando yo digo alguna palabra. Lo de la ducha ya es otra historia porque se siente seguro y lanza unos aullidos que me asustan y siempre salgo pitando porque creo que está pidiendo socorro. Si todo eso se empeña en hacerlo antes del café matutino, ya es la repanocha, pa meterme en la cama y no levantarme en una semana.
Los cómics, los cómics, diecinueve años escuchando cada día hablar de los malditos cómics. No tiene hartura, toda la vida tiene un universo paralelo en ellos, todo se puede extrapolar a las aventuras de sus protagonistas.
Se sienta en el sofá y se queda dormido, ronca, eructa, estornuda tan fuerte que la dentadura le sale volando y Batman se asusta porque piensa que el techo se le viene encima... Es un diamante en bruto y yo siento tanto por él que se lo perdono todo. Esto sí es amor 😍
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