El verano se va lentamente por el desagüe del tiempo. Ha refrescado un poco y ya casi se puede respirar... Las cosas y las personas vamos encajando en nuestros puestos como un puzle perfecto... Hay promesas nuevas que esperamos cumplir mejor que las que hicimos a principio de año... Nos vamos poniendo las láminas de piel que nos quitamos hace tres meses y el cuerpo se habitúa de nuevo a cargar con ellas... Algunos problemas también son los mismos, no por apartarlos han desaparecido y de una forma u otra hay que solucionarlos... El calor se va rindiendo y ya no nos atenaza tanto... Este cambio es esperanzador.
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