Dicen que hay que perdonar y olvidar, pues yo si perdono no olvido y la mayoría de las veces ni perdono ni olvido. A mí tanta santidad me da sarpullido. Seré mala persona pero tanto buenismo no va conmigo. Cojo al mundo por los huevos y lo revoloteo hasta la nube de Oort y allí se las ventile como quiera o pueda. Tantos años siendo buena persona para nada porque al primer NO que dices ya te tachan de egoísta e insolidaria. Yo he consentido muchos abusos y ya me veo mayor para que me tomen por tonta. Sí, por tonta, porque si te ven buena, te dicen tonta, consentidora o blanda y ahí que se te suben a la chepa o te ponen la bota en el cuello. Así que a partir de ahora cuidaíto conmigo que ya no soy Caperucita, soy el lobo feroz y muy feroz.
¿ Os lo habéis creído?. Naaaaaaa. Sigo siendo la misma tonta de siempre
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