Quiero llorar, necesito llorar, pero no puedo. Debo tener algo así como una especie de retención de líquido lacrimal o de deshidratación sentimental. Esto lo padezco desde que en 2015 murió mi madre y yo me quedé tal cual, como si nada, levanté un dique de contención de la pena. Desde entonces no he llorado por nada ni por nadie por muy triste que sea la situación. Reír tampoco es que ría mucho, es más bien una sonrisa social, incluso a veces una mueca grotesca que quiere parecer una estampa de felicidad. Una sonrisa que me pongo cuando me lavo la cara cada mañana y mantengo con mayor o menor éxito durante el día.
sábado, 25 de febrero de 2023
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Esos argentinos, che
¿ Por qué nos gusta tanto los argentinos ? ¿ Por qué nos gusta tanto los italianos? ¿ Por qué un argentino con ascendencia italiana ya es ...
-
Despreciable Pablo Motos: ante todo decirte que no veo tu programa, nunca me has caído bien y por los numerosos memes, veo que lo utilizas...
-
Durante mucho tiempo fuí una persona en blanco y negro hasta que un día te conocí y empezaste a colorearme. Primero me pintaste una sonris...
-
No sé si te vi porque miré o miré porque te vi pero enseguida cerré con fuerza los ojos para tatuarme tú imagen en la retina. Y ya todo er...
No hay comentarios:
Publicar un comentario