Oído el otro día en first dates " tengo mucho carácter, soy muy cabezota " y fíjate que yo eso de tener carácter siempre lo he entendido con tener las ideas más o menos claras, si no sabes qué quieres al menos saber qué no quieres, con dar y recibir, ganar y perder y todo esto con elegancia natural de esa que sale del alma y saber estar y dar a cada circunstancia la importancia que requiere. Pues no, ahora tener carácter es ser cabezota, no dar nunca el brazo a torcer y querer meter el camello por el ojo de la aguja aunque sea pelo a pelo porque es evidente que caber, no cabe.
Cada día me sorprende más la gente y es que yo, que también tengo carácter, no he perdido la capacidad de sorprenderme y aprender a pesar de ser una sexagenaria ya.
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