No sé si te vi porque miré o miré porque te vi pero enseguida cerré con fuerza los ojos para tatuarme tú imagen en la retina. Y ya todo era tú: el cielo era tú, el mar era tú, el bosque era tú y cada persona que miraba era tú. Tú imagen aparecía troquelada allá donde ponía mis ojos. Me acostumbré a tenerte presente en cada acto por muy efímero que fuera. Tú, una sola sílaba que guarda un mundo, mi mundo.
miércoles, 16 de agosto de 2023
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Se fue, se fue
Viene hacia mí con paso firme, mirándome a los ojos con confianza porque sabe que estoy aquí esperando, de pronto, rasga el aire con su ...

-
Ayer anduve por nuestros lugares. Me senté en nuestro banco y miré el mar por las dos. Sentí que de nuevo estabas a mí lado cogiéndome la ...
-
Esta tarde, después de comer, he cerrado un rato los ojos y he tenido un viaje astral. Juanan que es muy prosaico dice que solo me he do...
-
Como cualquier tarde entro en casa pero hoy noto algo especial, ya lo sé, hoy solo es casa y no hogar. Huele a vacío y soledad y hasta a m...
No hay comentarios:
Publicar un comentario