miércoles, 2 de agosto de 2023

Síndrome de Estocolmo


 

La casa se ha quedado callada, ya no suenan gritos ni risas, cada cosa está en su lugar y todo limpio, nada de juguetes fuera del cuarto. Los nietos se han ido ya y ahora los abuelos se sientan a descansar y a echarlos de menos contando los días que faltan para la próxima vez. La alegría pasa por tener la casa manga por hombro y risas en cada rincón pero es un caos gustoso, de esos que significan vida.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Free Palestine

  Y de pronto cientos de soles incendiados cayeron sobre nosotros dejando el cielo sin luz. Corrí, me escondí, volví a correr... Todo fue i...