Son las siete de la tarde de un día otoñal. El viento y el frío se apoderan de la calle. Después de estar un par de horas leyendo, Juanan y yo hemos optado por oír algo de música tranquila, concretamente a Joao Gilberto. La tranquilidad se va apoderando del espíritu y las notas invaden el espacio transportándonos a otro lugar, casi diría, a otro planeta donde no hay guerras ni gente mala. Algunos diréis que vaya aburrimiento y que ya estamos viejos. ¡ Sí supierais lo afortunados que somos al poder hacer esta disociación!. Ya lo entenderéis dentro de unos años... O no.
viernes, 10 de noviembre de 2023
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Mi ritmo justo
E ste año mi ritmo de lectura ha bajado notablemente, sin embargo, mi vida social ha aumentado en la misma proporción. He traspasado mis m...

-
Ayer anduve por nuestros lugares. Me senté en nuestro banco y miré el mar por las dos. Sentí que de nuevo estabas a mí lado cogiéndome la ...
-
Esta tarde, después de comer, he cerrado un rato los ojos y he tenido un viaje astral. Juanan que es muy prosaico dice que solo me he do...
-
V enid, hermanas, venid Os necesito He vuelto a caer y yo sola no puedo con este peso He llorado lágrimas secas, vomitado sollozos mudos d...
No hay comentarios:
Publicar un comentario