" Soy una estrella "

 

" Soy una estrella " era la frase que soltaba Carmela cada mañana cuando se sentaba frente al espejo. Y efectivamente había sido una estrella en los años cincuenta cantando copla y haciendo lo que se terciara en algunos caféscantante de renombre. El maquillaje era el mismo de entonces, al igual que los vestidos pasados de moda que siempre acompañaba con una boa de plumas. Después cogía el carro de la compra y de esta guisa se iba  al mercado de siempre. Los que no la conocían la miraban con burla, los que la conocían, con pena, porque Carmela siempre había sido una gran persona que en sus años pudientes había ayudado a muchos; ahora esos mismos cruzaban de acera para no verla. Carmela había tenido un gran amor, un señorito de los que iban a oírla cantar con los amigotes a ver qué sacaban. Se enamoró como una burra y él le prometió que la sacaría de allí para convertirla en una señora. Y bien que se lo decía su madre : Carmelilla que ese solo viene pa lo que viene, que un señorito como ese no busca una mujer como tú. Pero ella, ciega de amor, creyó en él y un día metió cuatro cosas en su maleta de cartón y lo esperó en la estación de tren adonde habían quedado para fugarse. Pobre Carmela, esperó durante horas hasta que el último tren partió y con ese partieron todos los trenes de su vida. Ahora malvive con cuatro perras y sus sueños intactos.