Cuando dices todo lo que tienes que decir, con respeto y educación, por supuesto, te quedas como si te hubieras limpiado las tripas. Te tiras media vida intentando no hablar para no hacer daño y te lo vas guardando todo hasta que el daño te lo haces tú y tienes una perforación de vísceras por donde sale toda la mierda que llevas dentro. No es culpa de nadie como se toma la otra persona lo que le estás diciendo, reitero, que siempre con educación, y si sienta mal pues que siente que bastante llevas aguantado ya. Pero claro, eso suele pasar cuando tienes acumulada cierta cantidad de años y experiencia, cuando te importa ya una higa lo que piensen de tí , y cuando tu salud mental y emocional va por delante de todo y de todos. A mí no me gusta el sincericidio porque no veo bien eso de ir soltando por ahí lo que piensas sin ton ni son, pero, oye, que te lleven media vida dando por saco y tú sin levantar la voz por evitar ciertos enfados pues como que no. Y en esas estoy, en lo de ir poniendo límite a ciertas personas y circunstancias para delimitar mi espacio vital y que no me coman el terreno. ¡ He dicho !
lunes, 22 de abril de 2024
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