Soy sangre de tu sangre, carne de tu carne y piel de tu piel. Los dos somos uno pero sin perder nuestra unicidad personal, nuestra individualidad de alma. Caminamos juntos llevándonos el uno a la otra o la otra al uno. No pesamos, no anclamos, somos livianos y casi volamos detrás de los sueños respirando el mismo aire, por encima de la tierra, de los árboles y de las nubes. Yo no te dejo caer, tú no me dejas caer tampoco.
viernes, 19 de julio de 2024
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