Cuando tuvimos que vaciar la casa de mis padres fue algo penoso. Mi padre había muerto unos años antes tan en silencio como vivió. Mi madre no había muerto aún pero la tuvimos que llevar a una residencia porque tenía alzheimer. En realidad, ella era la esencia de la casa y al irse la soledad lo inundó todo. Fuimos abriendo cajones y armarios y descubriendo toda una vida acumulada. Cuando parecía que ya no quedaba nada me volví a mirar el vacío y descubrí unos recuerdos pegados a la pared que no querían irse : una noche de Reyes, un cumpleaños, un primer amor y un desamor, una boda triste. Me senté en mitad de la habitación y los fui mirando a todos, uno por uno. Con tristeza comprendieron que ellos también tenían que partir y allí me quedé hasta que el último de ellos desapareció.
domingo, 26 de mayo de 2024
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Rayuela
Hace ya algunos años leí el afamado libro Rayuela de Julio Cortázar. La verdad es que leído tal cual no me pareció gran cosa pero decir qu...
-
Ayer anduve por nuestros lugares. Me senté en nuestro banco y miré el mar por las dos. Sentí que de nuevo estabas a mí lado cogiéndome la ...
-
Esta tarde, después de comer, he cerrado un rato los ojos y he tenido un viaje astral. Juanan que es muy prosaico dice que solo me he do...
-
T e olvidé en defensa propia. Ya no podía arrastrar el peso de tu recuerdo. Tantos besos que nos dimos se me quedaron clavados en los labi...

No hay comentarios:
Publicar un comentario