Viene hacia mí con paso firme, mirándome a los ojos con confianza porque sabe que estoy aquí esperando, de pronto, rasga el aire con su mano derecha, ah, no, está espantando una mosca. Sigo esperando que llegue a mi lado pero cada vez lo veo más lejano, entonces miro hacia abajo y me doy cuenta que se ha subido a la cinta transportadora equivocada y ya va por la puerta de salida. Corro porque no quiero perderlo de nuevo y me subo en la escalera mecánica de bajada. Ahora además de lejos estamos en plantas diferentes. La soledad es extrema, se ha ido la luz de mis días. No, perdón, es que he bajado al parking y no sé salir. Empiezo a pensar que esta relación no va a ninguna parte y solo quiero llegar a mi casa lo antes posible. Lo del Primark, ya si eso, lo dejo pa otro día.
P. D. Que alguien me saque de aquí que ya me está entrando hambre
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