Te conozco, te conozco tan bien que podría recorrer tu cuerpo en lengua Braille... Cada lunar, cada valle, cada bosque frondoso, cada montículo, cada río que forma una pequeña cicatriz... Todo ese cuerpo recorrí una y otra vez los primeros tiempos... Después, el afán de conquista territorial se fue apaciguando y me dediqué a conocer tu alma, tus sentidos, tus actitudes... Ese fruncimiento de labios cuando quieres disimular un enfado... Ese hacer chistes malos cuando estás a gusto... Las risas histéricas cuando acabas de solucionar un problema... Tú Ego nunca satisfecho... La solemnidad con que explicas las cosas... Todo eso he aprendido a conocer y sin embargo hay días en que voluntariamente te conviertes en un misterio para que yo siga indagando en tí.
Bonitas palabras
ResponderEliminarGracias José Ramón, escribo solo lo que siento 😘
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