A Jaume Plensa por su inspiración
Las palabras que decimos se quedan en el aire esperando que alguien las recoja y las adopte. Huérfanas de vida, se enamoran de otras palabras, se unen y hacen el amor entre ellas. Nacen nuevas palabras y se reproducen y se ensanchan. El universo está lleno de palabras dichas y no escuchadas que buscan y no encuentran descanso. Vuelan con las aves, nadan con los peces, conviven con las personas pero estamos muy ocupados en otras cosas y no las sentimos. Cuando no están sí las echamos de menos. Los oídos sordos y las bocas mudas luchan por atraparlas de alguna forma y no lo consiguen . El día que las palabras se vayan los huérfanos seremos nosotros.
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