Azahar es primavera

 

Ella nació por primera vez un mes de marzo de 1990. Siempre fue la niña rubita y pecosa de la eterna sonrisa. Conoció pronto el amor y el desamor pero siguió andando su camino desafiando todas las tormentas. Cuando fue madre,  Jesús, su hijo, se convirtió en su gran amor. Ha luchado por él desde el primer momento. Sufrió malos tratos por parte de su pareja por lo que tuvo que hacerse grande, abrir sus alas y cobijar y criar a Jesús ella sola. En febrero de 2019 empezó a morir. Tras una donación de sangre le anuncian que tiene leucemia. El mundo que se le viene abajo, la luz del sol que se apaga y el túnel se convierte en una caverna abrumadora. Ya el horizonte solo es la pared de un hospital. Su preciosa melena rubia  ya no está. Dolores, llagas en la boca y la garganta, soledad, angustia, vómitos y más y más dolor por el futuro de su hijo del que se hizo cargo una amiga. Un día amanece con una buena noticia; han encontrado un donante de medula compatible en Alemania y el sol empieza a brillar muy poco a poco. El 25/09/19 nace de nuevo y resurge con mucha más fuerza que antes. Sonríe cada vez que ve como crece su pelo. La victoria no es definitiva pero cada día es una vida y ya lleva más de tres años de vida. Sigue en la lucha ayudando a los demás y ese será su empeño para siempre. 👍