domingo, 11 de diciembre de 2022

Vacaciones y olé


 

Queridas Angustiada, Histeria y Lozana, espero que al recibo de esta carta os encontréis en perfecto estado, yo bien, a Dios gracias. Como véis os escribo ésta porque por WhatsApp tardaría demasiado en contaros acerca de nuestro viaje. Ya sabéis que mi Antonio y yo estamos haciendo una turné por Italia para celebrar nuestros 40 años de casados, pues bien, cogimos el avión muy temprano hace diez días allí en Málaga, hasta ahí todo de maravilla si no fuera porque mi " querido " se empeñó en ir sentado en el ala derecha del avión para que le fuera dando el aire. El aire le dió y de tal manera que se cayó tres veces al mar y tuvimos que parar para recogerlo. Al final tuvieron que meterlo en la bodega junto a un husky de otros pasajeros. Por fin llegamos a Venecia y es más bonita de lo que pensaba, solo tiene un inconveniente y son los canales que a la vez que hace de esta ciudad un lugar único, tienes que ir mirando donde pisas. Ni sé las veces que mi querido marido se me ha caído ya al agua. Ahora es una especie de verruga con pelo, poco, la verdad, pero yo me lo estoy pasando fenomenal. La gente es muy animada y ya cada vez que salimos de paseo hacen apuestas para ver lo que dura mi Antonio en tierra. Después le dije que si quería ir a Pisa, el entendió si quería una pizza y me dijo que por supuesto pero sin piña. Cuando llegamos se preocupó mucho por la torre y se tiró tres horas intentando ponerla derecha. El pobre sudaba como un condenao y yo de la risa no le podía decir que ya estaba así antes de llegar nosotros. Ahora está en todas las fotos de los turistas sujetando la torre pero esta vez de verdad y el alcalde, Sr Conti, le está tan agradecido por su preocupación que va a hacer imanes pa las neveras con la imagen de mi Antonio. Voy abochorná a tos laos pero ma dao por reir y eso no me lo quita nadie, así que estoy pasando unos días divinos. Me gustaría mucho que estuviéramos todas juntas pero eso lo dejamos para un futuro no muy lejano. Y ya por último hemos llegado a Roma. Mi Antonio en cuanto ha visto las piedras sueltas ha dicho que como tienen el patio de desarmado, que si tuviera aquí su Conga se ponía a barrer y lo dejaba to como los chorros del oro. En fin, esta vez no me puedo enfadar con mi " amor " porque por lo menos hace por agradarme. Ahora en el viaje de vuelta lo meto directamente en un transportín y yo hago el viaje la mar de tranquila. Bueno chicas que ya mismo estoy por allí y nos tomamos nuestro té juntas. Os quiero.


Pérfida 

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